lunes, 25 de noviembre de 2019

NUESTROS PRIMEROS MIEDOS


Sin duda, tuvimos miedos antes de que llegaras, pequeño guerrero y aunque en la foto salgamos de espaldas, nosotros nos enfrentamos a ellos de frente.

Me gustaría diferenciar dos fases que estamos pasando contigo:

DURANTE LA ESPERA 

Mil dudas/miedos nos asaltaban en esa "ansiosa" espera, 

¿Cómo serias?
¿Nos querrías?
¿Qué rasgos genéticos tendrías?
¿Qué personalidad iría innata en ti?
¿Habrías sufrido mucho hasta llegar a nosotros?
¿Tendrías problemas en el cole por tener dos papas?

Lo que sabíamos es que entre todas esas dudas y cientos mas, te querríamos hasta lo mas profundo de nuestro ser. 
Es más, parafraseando a Amaral:   
"Antes de llegar siquiera a conocerte
mucho antes ya te quería
como lo inalcanzable
sí, así, así, así te quería
Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
tú haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida".



UNA VEZ NOS LLAMARON

Por fin te pusimos cara, eras real y te conocimos. 
Pero en ese mismo instante entraron más miedos,  eran casi físicos, los podíamos tocar y palpar:

¿Te gustaría nuestra comida?
¿Notarias los cambios de sabor?
¿Llorarías el primer día que te venias con nosotros ?
¿Sabré hacerte feliz?
¿Sabré bañarte?
¿Qué come un niño con un año?

Queríamos que notaras lo menos posible el cambio que estabas a punto de hacer, era imposible, pero hasta compramos los mismos productos de limpieza de ropa para que la ropa siguiera oliendo a ti..
Compramos los mismos chupetes, biberones, papillas, natillas... todo cogía forma, pero debíamos hacerlo bien.. no podías sufrir mas hijo mío, tenia que ser "suave" dentro de lo que cabe.. 

Y así, paso a paso, fuimos poco a poco entrando dentro de ti, tú dentro de nosotros, con pasos temblorosos pero firmes... 
La verdad hijo mío, es que nos lo pones muy muy fácil, eres increíble, bueno, noble, cariñoso, entusiasta. 

La suerte de nuestras vidas, nuestro verdadero hilo rojo.